How to tame a cat - Pakypet Shop accessories for cats and dog

Cómo domar a un gato

La vida de todo amante de los gatos está salpicada de encuentros con ejemplares más o menos dóciles o rebeldes y, a veces, estos encuentros se convierten, por necesidad, por ejemplo para poner a salvo a un gatito callejero, en un intento de acercamiento que puede no sea tan simple.
Porque domesticar a un gato, en el sentido de convencerlo de que confíe en el humano y se acerque a él, no siempre es un paseo por el parque, especialmente cuando el felino nació y se crió en la naturaleza. Sin embargo, incluso los gatos domésticos, nacidos en un ambiente doméstico, aunque menos desconfiados y más fáciles de domesticar, pueden ser ingobernables y rebeldes. Por tanto, es necesario saber cómo educar a un gato, es decir, saber comunicar eficazmente su decepción cada vez que hace alguna travesura, y luego poder reforzar su comportamiento positivo.

Acercarse a un gato callejero y desconfiado: conocerlo

Pero si es mucho más fácil acercarse a un gato doméstico, ¿cómo puedes acercarte a un gato desconfiado que no te conoce?
Los gatos callejeros son desconfiados, te miran con curiosidad pero mantienen la distancia. La única forma de acercarte a un gato desconfiado es armarte de mucha paciencia y empezar por dejar que te conozca. Que se familiarice con tu presencia, que te vea ir y venir sin hacer nada en particular. Y mientras estableces este primer contacto visual, recuerda hablar con él: háblale siempre, usa tonos dulces y persuasivos, tranquilízalo y deja que aprenda a reconocer tu voz. Poco a poco entenderá que no representas una amenaza.

No tengas prisa

Hay gatos callejeros que se acercan a los humanos en poco tiempo, porque aprenden rápidamente a confiar o porque tienen una disposición particularmente sociable. Sin duda, domesticar a un gato así será más fácil, ya que es posible que se acostumbre con más gusto que otros a la vida doméstica y a la presencia de humanos. Por otro lado, hay gatos callejeros que tardan meses, si no años, en dejarse tocar por quienes con amor y constancia los alimentan y cuidan. La táctica es siempre la misma: comida, paciencia y perseverancia. Y nada de forzar.
Algunos perros callejeros nunca se convierten en verdaderos gatos domésticos, pero es muy probable que a pesar de su naturaleza extremadamente independiente, incluso los más recalcitrantes acaben apreciando el jardín doméstico y los mimos "a distancia", por así decirlo. habla, porque la buena comida y un lugar tranquilo para dormir la siesta no son cosas para tirar! Un perro callejero como este no será fácil de domar, pero puede ser conquistado lentamente con respeto por su naturaleza libre e independiente. Entonces, quién sabe, tal vez algún día finalmente quiera dar un paseo dentro de la casa, solo para echar un vistazo. Y si es verdad que una cosa lleva a la otra....

Si el gato tiene miedo

También existe la posibilidad de que tengas que lidiar con un gato asustado, y también en este caso el reto es ganar su confianza venciendo su desconfianza, tratando de entender el por qué de su miedo. Podría tratarse de un gato doméstico perdido, así que ten en cuenta que ciertamente no está acostumbrado a su entorno y está desorientado: no es buena idea intentar acercarte a él, ya que podrías hacerlo huir y ponerlo en peligro, pero es necesario atraerlo para que se acerque usando comida.
Incluso un gato recién adoptado puede asustarse tan pronto como llega a casa, y depende de usted ganárselo con recompensas, palabras dulces y consuelo. Si se esconde, no lo obligues a salir de su escondite, respeta su tiempo y déjalo en paz, saldrá cuando se sienta más tranquilo. Si te sopla, no trates de acercarte a él: dale comida y agua, una caja de arena para sus necesidades, crea una perrera para él en un lugar tranquilo y seguro, luego ignóralo y dale tiempo para calmarse y aclimatarse.
Recuerda que al final del día debe acostumbrarse a una situación completamente nueva: poco a poco irá superando su curiosidad y decidirá explorar la casa, déjalo que lo haga sin interferir Tarde o temprano querrá darte una olfatea también, y tal vez hasta te permita rascarle un poco detrás de la oreja.
En todos los casos, cuando se trata de domar a un gato, se aplica la regla de la paciencia: no debes tener prisa o, en con toda probabilidad, fracasarás.

La irresistible tentación del cuenco

Sin embargo, recuerda que siempre puedes jugar la última carta, el comodín que probablemente te dará el éxito, que es la comida. Porque, seamos realistas, ¿cuál es el gato que puede resistirse sin pestañear a una receta tentadora y deliciosa? Probablemente nadie. Por eso, a la hora de domar a un gato conviene no olvidarse de ofrecerle comida: una comida irresistible, sobre todo para su sensible olfato, te ayudará a ganarte primero su atención y luego su confianza. . Por ejemplo, podrías intentar tentarlo con una refinada sorpresa encerrada en un suave Mousse, o seducirlo con una generosa dosis de salsa extra con sabores inconfundibles o, finalmente, tentar su paladar con un delicado caldo elaborado con ingredientes naturales.Será el olor proveniente del recipiente (colocado en un lugar seguro a medio camino entre tú y él) lo que lo tentará a acercarse. Al lado del cuenco de comida, deja un cuenco con agua fresca.
Verás que en cuanto te alejes unos pasos, se acercará al cuenco para comer: tú te sientas y te quedas a unos metros de distancia mientras tu nuevo amigo disfruta de su deliciosa comida y deja que tu voz le acompañe.
Repite estas sencillas acciones día tras día, tratando de acortar gradualmente la distancia entre tú y los tazones: seguirá acercándose para alimentarse. Y recuerda que nunca debes intentar acercarte a tu gato sin saberlo, por ejemplo mientras come, porque puede asustarse y reaccionar de forma agresiva o salir corriendo, y quitarte la confianza que con tanto esfuerzo te has ganado. Debes dejarle la elección y la libertad de acercarse a ti, cuando y si quiere.

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