Caninos para desgarrar, molares y premolares para machacar: masticar perros es una actividad que, además de ser útil para la alimentación, es gratificante y relajante. Los cachorros (desde las dos o tres primeras semanas de vida hasta los seis meses aproximadamente) tienden a morder y masticar para aliviar las molestias y el dolor derivados del crecimiento de los dientes. Esta es la razón por la cual durante este período el propietario puede encontrar algún objeto destruido al morder.

Los perros adultos tienen una necesidad real de masticar para su bienestar psicofísico y a través de esta actividad el animal descubre, saborea y experimenta el mundo que le rodea. Se baja el nivel de estrés, y en consecuencia mejora el bienestar, gracias a que cuando el perro mastica, se liberan endorfinas que permiten al cachorro alcanzar la calma, la serenidad y la paz.

Por estos motivos es fundamental que -independientemente de la raza, el tamaño, la edad y el sexo- esta actividad la practica el perro todos los días. Muchos sujetos adquieren una conciencia total de su boca a través de la masticación que no sólo debe permitirse sino también estimularse por parte del propietario desde las primeras fases de su vida. En consecuencia, es un error quitar objetos de la boca de los cachorros porque les impediría tener las experiencias formativas adecuadas.

Si no se permite esta actividad, las consecuencias pueden ser desagradables: no encontrar objetos ni comida. que satisfagan sus necesidades, el cachorro puede destrozar zapatos, zapatillas u objetos domésticos. Además, podría manifestar otros problemas de comportamiento.

 

Cómo favorecer la masticación del perro

Para no confundir a nuestro amigo y orientarlo hacia una masticación selectiva es necesario proporcionarle objetos adecuados para él que tengan las características adecuadas de palatabilidad, consistencia y tipo de materia. Se debe fomentar la masticación, pero no indiscriminadamente.

Es una buena idea darles a los cachorros alimentos sabrosos que no sean demasiado duros, como carne seca u otras golosinas especialmente diseñadas para ellos. La dureza y la densidad, que influyen en la duración de la masticación del perro, no deben ser excesivas en este primer período, para evitar que el cachorro tenga dificultad y reaccione con la renuncia a la actividad y la consiguiente frustración. A medida que el perro envejece, en cambio, estas dos características tendrán que aumentar en intensidad.

En el mercado existen snacks, alimentos y juguetes especialmente diseñados para estimular la masticación, como el PAKYPET ™ cepillo de dientes de juguete, perfecto para esto. No permita que su cachorro coma huesos que puedan romperse en astillas afiladas u otros alimentos que sean peligrosos para él, u objetos no diseñados específicamente para este fin que puedan romperse y tragarse.
La forma, el tamaño y la consistencia deben ser adecuados para la boca de nuestro perro (ni muy grande para que pueda morder, ni muy pequeño para que no se lo trague), y el material debe ser inocuo o incluso saludable para el cachorro: en cuanto a los juguetes, deben ser de materiales no tóxicos materiales, o puedes utilizar astas de ciervo o leche de yak que, además de estimular la masticación, aportan calcio y proteínas.